LA PROSTITUCIÓN Y EL PROHIBICIONISMO «ENCUBIERTO»

Es difícil debatir con quienes lanzan perdigonadas de palabras para eludir el tema central en debate: ¿tienen derecho las personas adultas a cobrar y pagar por sexo?

No hablamos de esclavitud, ni de “trata” (eso está penado por las leyes desde hace siglos). Tampoco hablamos de la explotación sexual de menores (para la cual reclamamos un incremento de las penas). Hablamos del derecho de personas adultas a decidir libremente sobre sus cuerpos, sobre sus deseos, y sobre sus bolsillos.

Pero a las “abolicionistas” no les interesa ese debate. No quieren hablar del derecho a decidir cómo ganarte la vida, ni del derecho a elegir bajo qué términos tenemos sexo con otras personas. Pero de eso se trata, ni más, ni menos.

Convertidas en “tutoras morales”, nos niegan el derecho a decidir por nosotras mismas. Nos convierten en “víctimas”, en incapaces jurídicas, remedando los peores tiempos del tan mentado patriarcado, donde la mayoría de las mujeres no podían disponer libremente de sus bienes, ni de sus cuerpos. Y entre las pocas excepciones (para su mayor disgusto) estábamos nosotras, las putas.

En un artículo de Roxana Sandá, publicado recientemente en el Suplemento las 12 (del Diario Página 12, del 4 de octubre de 2013), titulado “El deseo y la lucha”, entre otras muchas vaguedades y llamados a la sensiblería, se utilizan palabras como “prostituyente”, “situación de prostitución”, “violación”, “sistema prostituyente”, “explotación sexual”, “Patriarcado”…

Hablan del “prostituyente”, confundiendo a personas necesitadas de contacto humano (nuestros clientes), con delincuentes y violadores. En algunas de las llamadas “abolicionistas” su odio al hombre (misandria) es tan profundo y enceguecedor que lo confunden con una lucha tan digna como la igualdad que perseguía (y aún persigue) el feminismo más sincero y menos contaminado por otras luchas y otras ideologías.

Nosotras somos Feministas. A no equivocarse. Las prostitutas nos rebelamos desde los tiempos más primitivos contra los mandatos que nos condenaban a ser sumisas y obedientes, a tener un solo hombre, a no poseer más bienes que los que administraba a su antojo el marido que el padre elegía para sus hijas. Siempre fuimos dueñas de nosotras mismas. Por supuesto, también existieron esclavas forzadas a “servir” sexualmente en beneficio de otros, pero la vida de las otras mujeres no eran mejores en esos tiempos donde morir dando a luz era la moneda más corriente.

“… Pasemos por alto el Concilio de Flándes, convocado en el siglo VIII, en donde se intentó discutir si la mujer tenía ó no tenía alma. Pasemos por alto la carta  de Patrik, la cuarta, en que afirma con toda seriedad que la mujer debe ser mirada como simple esclava del hombre, … Hagamos caso omiso de la turbulencia de las cruzadas, en que más de una religiosa abandonó el silencio del claustro por el bullicio de los campamentos. No nos acordemos, si esto es posible, de aquellas mujeres que llevaban el pelo largo, para que sus maridos hicieran presa en él, teniendo el derecho de maltratarlas, como más les plugiese, toda vez que no resultasen mutiladas ó muertas… Olvidemos por un momento aquella barbarie en que la mujer libre, tenida en concepto de pecadora, era afligida según el antojo de sus parientes, como se acostumbraba en Luca, o quemada viva, como acontecía en otras partes. Olvidemos tambien aquellos estatutos de Burdeos (bajo Luis el Pendenciero), los cuales ordenaban: “que si el marido mataba á su mujer en un momento de dolor ó en un arrebato de cólera, quedase á salvo de toda pena, siempre que confesara bajo juramento hallarse arrepentido.”  No hagamos mencion de aquella niña sierva, la cual, al cumplir 12 años… podía ser casada según la voluntad del padre, del señor ó del rey; de tal suerte, que todos disponían de la virginidad de aquella criatura, ménos la vírgen. Dejemos á un lado estas locuras de aquella época y digamos algo sobre una locura mayor, el famoso derecho de pernada, el cual no es desgraciadamente una calumnia de la historia.

… Este derecho, que también se llamó primicias, imponía al siervo recién desposado la imprescindible obligación  de presentar á la deposada en el castillo, para que su señor le hiciera el obsequio de quedarse con ella y solazarse hasta el día siguiente

El derecho de pernada, inherente á las regalías del señorío, se practicaba, tanto por los seglares como por los clérigos… Así vemos que Juan de Borgoña, obispo de Cambray, oficiaba pontificialmente, servido por treinta y seis bastardos suyos

… Este derecho ignominioso… fue abolido por Fernando V el Católico, en virtud de sentencia arbitral, pronunciada en Guadalupe, á 21 de abril de 1486…”  (Primer Diccionario General Etimológico de la Lengua Española, por D. Roque Bárcia, Tomo IV, Madrid, 1882. Pág. 442).

Causa cierta extrañeza que se diga que en las “Cuartas Jornadas Nacionales Abolicionistas sobre prostitución y trata de mujeres y niñas/os en La Pampa, sus participantes debatirán que la experimentación sexual plena y libre no puede convivir en forma pacífica con el sistema prostituyente dominante de un país”, cuando, precisamente, la falta de “la experimentación sexual plena y libre” es la principal causa de la existencia de las trabajadoras sexuales. O sea, digámoslo sin más eufemismos, si no quieren más putas, cojan más!… Si sus novios, maridos, hermanos, primos, padres, abuelos, parejas, simpatizantes y conocidos pagan por tener sexo con nosotras, es porque sus “apetitos sexuales” (sus necesidades de contacto físico y humano más íntimos) no encuentran en el mercado del sexo gratuito la suficiente oferta disponible, o porque la calidad de esa oferta no les resulta apetecible.  Si he utilizado tan descarnadamente las reglas del mercado, es porque, nos guste o no, existen. Y la demanda masculina supera ampliamente la oferta femenina, y así ha sido desde siempre. Hay mujeres que hablan mucho de liberación, pero la practican muy poco. En materia de sexo, la liberación de las mujeres todavía está en pañales!

Hablan de un “sistema prostituyente” para referirse a la compra-venta de servicios sexuales, olvidándose que la prostitución existe desde los albores mismos de la humanidad, y que, por lo tanto, es pre-existente al sistema capitalista y a cualquier otro sistema político vigente en nuestros días. ¿De qué “sistema” hablan?  El capitalismo es prostituyente por naturaleza y nos obliga a todxs a vender nuestra fuerza de trabajo (nuestro tiempo vital), y nuestros cuerpos (todos los cuerpos) son enajenados para obtener el sustento de cada día y consumir los productos y servicios que hacen que el sistema funcione y se perpetúe. En eso no somos diferentes al resto de los mortales. Tenemos que trabajar y ganarnos el pan como cualquier integrante de la clase trabajadora, porque somos parte de la clase trabajadora!

Dicen que el cliente “paga por ejercer una sexualidad sometedora, que prescinde, porque manda, del consentimiento de quien le “presta el servicio”. Y  me quedo pensando en eso de “sexualidad sometedora”, será que les molesta las más típicas posiciones coitales, con el hombre arriba (postura del misionero), o la históricamente más extendida que vulgarmente se conoce como posición del “perrito”. ¿Será que piensan que la única sexualidad “no sometedora” es la que tiene a las mujeres como dóminas, sentadas sobre el hombre, imponiéndoles su propio ritmo?. Sin pasar por alto esta disgresión, ¿no es ridículo que en los tiempos que corren y de tanta supuesta liberación, haya personas que continúen poniendo el “honor” (la “dignidad”) de una mujer en sus genitales?. ¿Qué tendrá que ver la paga con la falta de consentimiento? A nosotras nos pagan por un servicio y consentimos en brindarlo, nadie nos obliga. Es un acuerdo entre partes. Entre personas adultas y libres. Nadie hace conmigo lo que yo no quiero que haga. La inmensa mayoría de los clientes respeta estas reglas y estos acuerdos, y lo hace en mucha mayor proporción que nuestros amantes circunstanciales, o nuestras antiguas parejas. Muchas solemos recibir mejor trato de los hombres que nos pagan por sexo, que de aquellos con los que hemos tenido sexo gratis. La violencia contra las mujeres es un problema de todas. Quienes más nos atacan, quienes ponen en riesgo nuestras vidas, no son nuestros clientes, sino los defensores de la “moral pública”, de las “buenas costumbres”, que al igual que las abolicionistas, no nos quieren en las calles, ni en sus barrios, ni cerca de sus casas.  Lo ocurrido en Mendoza (durante los años 70), con el Comando Pío XII (que en nombre de la “moral cristiana” asesinaba a prostitutas), es un ejemplo esclarecedor, y no es el único.

No andemos con vueltas, argumentan que “se intenta confundir abolicionismo con prohibicionismo”, lo cual no es cierto, pero creo que lxs “abolicionistas” sí están confundiendo las cosas. Penalizar al cliente es una forma de prohibición. No se condena, no se persigue, lo que no está prohibido! Como no se atreven a enfrentarse directamente con nosotras, y decir claramente que quieren prohibir la prostitución, recurren al artilugio de convertir en delincuentes a nuestros clientes! Es como si el vegetarianismo nos impusiera su agenda por la fuerza de la ley y nos dijeran que desde ahora se puede vender carne, pero al que la compra, “marche preso”!!!… Pero eso si, prohibido no está!!!… El “abolicionismo” de hoy es prohibicionismo encubierto!!!.

Y por supuesto que estas pseudo-feministas quieren ejercer sobre nosotras un “tutelaje político y moral”. No llegan al extremo de la Ordenanza del 16 de marzo de 1687 que disponía cortar las orejas a las prostitutas de Versalles, tampoco nos quieren muertas, ni quemarnos en las hogueras, ni aplicarnos la pena de decalvación (que consistía en “desollar la frente y parte de la cabeza con un hierro hecho ascua”), ni darnos “trescientos azotes”, ni entregarnos por “esclava á algun mezquino (miserable)”, ni imponernos un “destierro perpetuo del pueblo”. Se conforman con silenciarnos, con desprestigiarnos, con escondernos donde nadie nos vea, con descalificar a nuestras organizaciones, a nuestras dirigentes, a quienes nos respaldan, y por sobre todo, por “escrachar” a nuestros clientes, por meterles miedo, por herir su autoestima, por maltratarlos moralmente, por convertirlos en una nueva clase de delincuentes. Quieren imponer un nuevo tipo de terrorismo, el terrorismo de la policía del sexo. Y ellas serán nuestras “guardianas”!!!…

La política de humillar, de “escrachar” y perseguir a los clientes no es nueva, y tiene un interesante antecedente en tiempos de “San” Luis (rey de Francia, Siglo XIV), quien en un principio ordenó “exterminar a las prostitutas, así en la ciudad como en despoblado”, es decir, a todas las que no se encontraran en los burdeles. Cuando cierto “Caballero” fue hallado en un burdel, se le puso el siguiente castigo como ejemplo y escarmiento: “La ramera, con quien se le halló en el lupanar, debía conducirle ante el ejército, en camisa, llevando una cuerda atada á los testículos, especificándose que un extremo de dicha cuerda, estaría en manos de la prostituta.”  (Primer Diccionario General Etimológico de la Lengua Española, por D. Roque Bárcia, Tomo IV, Madrid, 1882, Pág. 460).  Hoy no se atreverían a tanto, se conforman con sacarles fotos y “escracharlos” en la web, o con ponerles multas y condenarlos a la humillación de la cárcel (o a la amenaza de ella). Lo importante es disuadirlos por el terror, por el miedo al escarnio público, a ser considerados moralmente inferiores, a perder a sus esposas, a poner en riesgo sus familias, a quedarse sin trabajo. Un nuevo terrorismo de género parece emerger entre las cenizas de las buenas intenciones. Con la excusa de combatir el “patriarcado” aumentaremos el número de sus víctimas!!!… Una sociedad más justa e igualitaria no se construye sobre la base del terror y la persecusión policial.

Las abolicionistas hablan de “violación” con demasiada ligereza. Las prostitutas no somos “violadas”, nosotras tenemos sexo consentido, y ninguna prostituta profesional se siente vejada por mantener relaciones íntimas con un cliente. Quienes no disfrutan de su trabajo suelen cambiar de oficio rápidamente, aunque algunas podemos resignar algo de placer a cambio de una tarifa compensatoria.  Muchas veces su falta de experiencias diversas (o sus gustos personales) les hacen ver como humillantes, o excesivas, ciertas prácticas sexuales. Es así que se escandalizan porque una trabajadora del sexo atiende a varios clientes en una noche, o porque lo hace con varios en forma simultánea. Es evidente que desconocen que existen otros mundos en materia de sexo, y que sus acotadas experiencias no reflejan esos universos paralelos en los que una mujer tiene sexo con más de 10, 20, o 30 hombres en una noche (llamados “Gangbang”), o la práctica de tríos muy común en el ambiente “Swinger”. Yo he llegado a tener sexo con más de 50 hombres en una noche y les puedo asegurar que me resultó una experiencia sumamente placentera!!!…

Nosotras también deseamos que no haya “Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución”, y por eso consideramos tan importante nuestra sindicalización y nuestro reconocimiento como trabajadoras sexuales. También, por ese motivo, es importante la protección legal a nuestros clientes. ¿Si los hombres van a ser penados por pagar por sexo, si se los amenaza con la cárcel y el escrache, se van a atrever a denunciar cuando presientan (o descubran) una víctima de “trata”?  ¿Quién mejor que los clientes y nosotras para descubrir a quienes se encuentran contra su voluntad en esos ambientes tan ajenos a la “moral” de las “buenas familias”? El control sindical, un Estado que nos proteja de los abusos y respete nuestros derechos como trabajadoras será, sin ninguna duda, la mejor herramienta para combatir la “trata” y la explotación sexual. No será clandestinizándonos, sometiéndonos a las redes mafiosas, ni al proxenetismo organizado, ni a la policía coimera, ni a los jueces y políticos corruptos, como se combatirá eficazmente la trata para explotación sexual. Tampoco se logrará ese objetivo cerrando nuestros lugares de trabajo (whiskerías, cabarets, pubs).

Las trabajadoras sexuales empoderadas de sus derechos somos la mejor barrera contra la trata y las que más podemos colaborar en el rescate de sus verdaderas víctimas. Y digo “verdaderas víctimas” porque hasta ahora, con cientos de procedimientos en todo el país, el rescate de las víctimas de “trata” brilla por su ausencia. Se han encontrado realmente muy pocos casos de mujeres adultas forzadas contra su voluntad a tener sexo con quienes no lo desean. Y las menores rescatadas son muy pocas. Lo que hay es mucho “marketing”, mucho procedimiento, mucho ruido, mucho “escrache” y “apriete” a las trabajadoras del sexo, que por ser tan estigmatizadas (y por temor al repudio social) suelen mostrarse como víctimas aunque estén en el lugar por propia decisión y voluntad. Es el “estigma” lo que nos convierte en víctimas, no el trabajo sexual en sí mismo; por eso pedimos, exigimos: Respeto y Derechos para las Trabajadoras del Sexo!!!…

D’Angelo dice que  “el abolicionismo es la postura que pretende un mundo sin prostitución, pero no como resultado de la represión de las personas en esa situación, sino de un sistema de inclusión, de cambio cultural, de restitución de derechos y de prevención para que no tengan que optar nunca más por la prostitución…”  Y la pregunta es, ¿por qué?, ¿por qué es deseable un mundo sin prostitución?, ¿por qué no se puede optar por la prostitución como trabajo?, ¿qué tiene de malo ser prostituta?  Y la respuesta que las abolicionistas tienen que “armar” desnuda sus prejuicios de clase, sus creencias religiosas, su moralina burguesa, su machismo internalizado, y su misandria apenas disimulada (por supuesto, el “cóctel” puede tener distintas combinaciones, pero esos son sus componentes principales).

Hablan de “pulverizar al sujeto social” quienes más niegan nuestros derechos, quienes más nos invisibilizan, quienes más nos silencian… Hablan en nuestro nombre, de nuestro trabajo, de nuestra “situación”, pero no nos escuchan, nos desconocen como sujetas de derecho, bloquean nuestras iniciativas para mejorar nuestras condiciones de vida, y las de nuestras familias, y refuerzan el “estigma” que nos condena socialmente.  Recibimos más respeto de nuestros clientes que de esas “feministas” de la Academia que nos ningunean como trabajadoras y como personas, que nos cercan cada día más, perjudicando nuestras condiciones de trabajo, condenándonos a una mayor marginalidad y a situaciones de mayor pobreza y exclusión. Les molestamos las putas, pero no las domésticas que lavan su ropa sucia. ¿De qué sistema de inclusión hablan? ¿Qué tipo de trabajo alternativo nos ofrecen? ¿El de mucama?, ¿ó quizás de cocinera, o trabajadora de limpieza, o de cajera en algún supermercado chino?, ¿ó quizás prefieran que limpiemos culos en algún geriátrico?. A veces me pregunto si saben de qué hablan cuando ofrecen lo que no pueden cumplir, eso que la realidad parece esconder a sus ojos “liberadores”.

El trabajo sexual no es fácil de ser reemplazado (más allá de la cuestión de si en realidad debe ser “eliminado”). Los trabajos alternativos suelen no ser atractivos ni están mejor remunerados. Si no fuera por la marginalidad que las políticas abolicionistas van ampliando en nuestra esfera laboral, nuestra situación podría mejorar día a día. Nuestro trabajo no es un mal trabajo y a la mayoría de las trabajadoras sexuales nos gusta (aunque no sea “políticamente correcto” decirlo). Nos suele permitir una gran flexibilidad horaria y mucha libertad de decisión. Eso de “situación de prostitución” es aplicable a muy pocas de nosotras, ya que todas estamos en libertad de abandonar la profesión en el momento que lo consideremos conveniente, y esa llamada “situación” sólo es aplicable a personas en extrema vulnerabilidad (situación de calle, expulsión del hogar, familiar enfermo) e implica una transitoriedad en el “oficio” qué solo durará hasta que se supere la cuestión que la provocó, o se encuentre una salida laboral alternativa que no resulte egodistónica, es decir, que no entre en contradicción con sus sentimientos morales y su propia autoestima.

La situación de travestis y transexuales es un tema aparte. Defender los derechos de las prostitutas no me resulta contradictorio con la defensa del colectivo travesti-transexual condenado históricamente a la prostitución como último recurso para ganarse la vida, luego de su frecuente expulsión del ámbito familiar, la escuela y los trabajos formales. La prostitución de las personas “trans” tiene características específicas y no todas son asimilables a las de las mujeres “cis” (cis, coincidencia entre la identidad y el sexo-género asignado al nacer). Las travestis se encuentran en situaciones de extrema vulnerabilidad y la mayoría suele quedar realmente en “situación de prostitución” a muy corta edad, y la alternativa no suele ser el trabajo doméstico, ni las labores de limpieza, ya que por prejuicios sociales no calificamos ni para los más bajos en la escala laboral (por peor pagos que estos sean). Las alternativas suelen ser: prostitución, hambre, o cárcel. Por eso comprendo la posiciones “abolicionistas” de Lohana Berkins, de Diana Sacayán, y de Marlene Wayar , aunque, claramente, no las comparto.

La prostitución travesti-transexual debe ser defendida, y debe serlo, precisamente, por ser el último refugio, la última frontera, que separa la vida de la muerte, el pan, del estómago vacío. A muchísimas chicas travestis-transexuales no les gusta el trabajo sexual, no les gusta ser prostitutas, y está muy bien que así sea. El problema es que están en una auténtica “situación de prostitución” y sin ayuda del Estado, sin políticas públicas destinadas a mejorar la vida del colectivo, la salida de esa situación es muy compleja y difícil. Pero no es combatiendo a los “clientes”, no es escrachándolos, ni persiguiéndolos penalmente como mejorará la calidad de vida del sector. Todo lo contrario. “Secar” la única fuente de ingresos mediante la persecusión policial de los clientes, es profundizar aún más  la situación de vulnerabilidad. Crear falsas expectativas de una rápida salida laboral “decente” (y bien remunerada) y a su vez, profundizar el “estigma” (reforzado por la situación de “trans”) puede ser, además de muy frustrante, un camino plagado de conflictos y malos entendidos.

Fortalecer el poder policial para reprimir la sexualidad de las personas y los intercambios de sexo por dinero, va en contra de todas las luchas que el colectivo travesti-transexual ha venido realizando a lo largo de tantos años. Apoyar las políticas abolicionistas (que claramente perjudican a nuestro colectivo) es un búmerang que tarde o temprano afectará las relaciones entre la comunidad trans y muchas de sus dirigentes históricas. Defender el derecho a la inclusión, a la igualdad de oportunidades, a una política de reparación compensatoria, no debe tener como moneda de cambio el desprecio por las trabajadoras del sexo, el fortalecimiento del estigma que nos condena, ni la renuncia a las calles de las que (con tanto dolor y luchas), nos apropiamos, no sólo como lugar de trabajo, sino también como un espacio de encuentro y socialización.

Lohana Berkins se preocupa porque las posturas reglamentaristas “vuelven a entregarle al Estado el control de los cuerpos con una mirada higienista que nos hace retroceder trescientos años”, pero, vaya contradicción, apoya una política que vuelve a entregarle al Estado el control de los cuerpos con una mirada “moralista” que nos hace retroceder mil años!!!… ¿Le entregaremos nuevamente a la policía corrupta el control de la moral pública con la excusa de defendernos de la demanda de sexo de nuestros “clientes”?. ¿Los convertiremos en nuestros enemigos?  ¿Los denunciaremos por ofrecernos dinero por sexo? ¿Abandonaremos las calles y las whiskerías porque no queremos ser  “objetos de deseo”? ¿O terminaremos “transando” con la cana para que nos vuelva a dejar tranquilas a cambio de algunos “favores” y algunos pesos, como hicimos años atrás, y como todavía se hace en algunos lugares?  ¿Le devolveremos la “caja” perdida a esa policía corrupta y maltratadora?  ¿O nos sumaremos a la nueva línea del negocio, el chantaje a los clientes (reales o “forzados”)?… ¿Volveremos al Estado represivo del que tanto nos costó salir y al que tanto combatimos en otros tiempos?… ¿Y lo haremos en nombre de qué?, ¿del “anti-patriarcado”?

Volviendo al tema común, resulta paradójico que quienes nunca ejercieron la prostitución y algunas ex prostitutas hagan causa común contra nosotras. Unas no saben bien de qué hablan, otras, como las separadas, hablan mal del ex marido después de largos años de matrimonio y de feliz convivencia. Como mujeres despechadas por el abandono, no dejan de hablar “pestes” de quien hasta hace poco tiempo era “la luz de sus ojos”. El estigma les pesa tanto a estas últimas que necesitan “victimizarse” para no reconocer que, cuando fueron putas, lo fueron (cuando pudieron elegir) por decisión propia. Cuando una ex prostituta cuenta que “A muchas que me dicen ‘soy trabajadora sexual’, les pregunto si cuando van al colegio de sus hijos o a hacer un trámite informan que son trabajadoras sexuales.Terminan confesando que no, que nadie tiene que enterarse.” Lo que está haciendo es reforzar el propio “estigma”, internalizarlo, hacerlo carne y escupírselo a otra trabajadora, a otra mujer que se gana la vida honestamente. Pero claro, la memoria es frágil. Si años atrás se le preguntaba a una mujer soltera si era “virgen” ella hubiera dicho que sí (aunque no fuera cierto), porque la condena social era muy fuerte para quienes tenían relaciones sexuales pre-matrimoniales. Tampoco las mujeres cuentan sus adulterios, ni sus abortos. El estigma también pesaba sobre los hijos “naturales” y era de extrema violencia “informar” que ese hijo no era “legítimo” (algo evidente por el apellido), pero claro, esos “estigmas” ya pasaron de moda. Hoy una mujer puede tener sexo con cualquiera y no tener el estigma de “Puta”, que la condenaba a la eterna soltería y al mayor de los desprecios (en tiempos no tan lejanos). Tampoco ser divorciada (separada, abandonada) es un estigma en este siglo, pero sí lo fue hasta gran parte del Siglo XX. Muchos estigmas fueron cayendo en desuso, fueron superados. El “puto” de hoy, no es el mismo “Puto” de hace 30 años, y ni hablar de algunos años más atrás. Pero el estigma que rodea a las prostitutas continúa, y es reforzado por las propias mujeres que se han liberado de tantos otros prejuicios, porque una cosa es ser “puta”, y otra muy distinta Prostituta (trabajadora sexual). El tipo de “chicana” que utiliza Margarita Peralta es coherente con sus “principios morales”. Ella siente culpa por haber sido prostituta y reniega de ese pasado “pecaminoso” que la avergüenza, y está bien que así sea, lo malo es que cree que un mal trabajo (para ella) no es un buen trabajo para otras, y se atribuye (como todas las abolicionistas) el derecho a decidir por nosotras.

“Y quién defiende a las mujeres golpeadas, torturadas”, se pregunta Margarita Peralta; y se me ocurre que le podría preguntar al padre de Wanda Tadei (asesinada por su marido), o a tantas otras mujeres víctimas de la violencia de género. ¿O hace falta ser  prostituta para sufrir violencia de género?  Yo creo que no!  Cualquier mujer (cis o trans) puede ser víctima en cualquier momento. He conocido muchos casos de chicas que no trabajaban en prostitución que sufrieron gravísimos hechos de violencia con sus circunstanciales (y no tanto) compañeros de cama. No hace falta ser trans (ni prostituta)  para sufir una agresión en Laferrere. La violencia está en todas partes. Todo trabajo tiene sus riesgos. Más de un colectivero perdió sus dedos y hasta la vida cumpliendo su tarea cotidiana. Ni hablemos de los “agentes del orden”. Las personas que trabajan en la construcción no suelen sufrir tantos actos de violencia en sus trabajos, pero los accidentes y las muertes no reparan en esa “carencia”. Las prostitutas conocemos los riesgos y los asumimos a conciencia, pero no es precarizando nuestras condiciones laborales empujándonos a una mayor oscuridad, a una marginalidad más expuesta, y a un mayor chantaje policial, como esas condiciones mejorarán sustancialmente. Necesitamos derechos, necesitamos respeto, necesitamos visibilizarnos.

Yo no vendo mi cuerpo. Yo no lo alquilo. Mi cuerpo no es una “mercancía”. No vendo mis dedos, ni mis manos, ni mis brazos, ni mis piernas, yo presto un “servicio”. Lo que ponemos al alcance de nuestros clientes se llama “tiempo”, “cercanía”, “contacto físico”. ¿Por qué tanta preocupación por lo que hacemos con nuestros genitales? ¿Qué es lo que hace que nuestro trabajo sea diferente al de un masajista profesional clásico?  Es cierto que ninguna mujer nace para puta, pero tampoco ninguna mujer nace para empleada doméstica, abogada, cantante, o maestra. Cada quién elegirá (en la medida de sus posibilidades) entre las distintas alternativas que la vida ponga en su camino. A mi me hubiera gustado ser astronauta, a Lohana, Presidenta. Pero no siempre se puede ser lo que se quiere, pero aún así, es importante querer lo que hacés. O por lo menos, disfrutar de tu trabajo lo más que puedas. ¿Por qué está mal que algunas elijamos el sexo como un área de trabajo?

Desde tiempos muy remotos las prostitutas nos empoderamos de nuestros cuerpos y los comenzamos a usar en beneficio propio. Descubrimos la fuerza del deseo masculino y la forma de utilizarlo en nuestro provecho. ¿Y ahora nos dicen que somos funcionales al ”Patriarcado”?  Yo creo que somos funcionales a nuestros propios intereses!!!… ¿También van a borrar toda la literatura universal porque refuerza los roles de género tradicionales?  ¿Y eliminarán toda la filmografía que no se ajuste a sus miradas “anti-patriarcales”???…

Los hombres nos “usan” como objetos (casi como muñecas inflables) dicen las abolicionistas, ¿pero es tan así?. Yo creo que no!!!… La mayoría de los clientes nos tratan muy bien y con mucho respeto. ¿Quién “usa” a quién? Nos relacionamos con personas, como personas. No somos “cosas”. No todos los hombres saben hablar. No todos los hombres son lindos. No todos son simpáticos, ni agradables, ni visten bien. No todos son jóvenes, ni tienen buen dinero. ¿No tienen también derecho a disfrutar la belleza de un cuerpo femenino, el derecho al placer sexual? ¿Y si no me disgusta, por qué no puedo dárselo yo, o cualquier otra prostituta? ¿Es un mal hombre por desear estar con una mujer, por desear tener intimidad, por tener ganas de coger? ¿Pagar por sexo lo convierte en un delincuente? ¡No seamos ridículas!

D’Angelo afirma que “la prostitución es consecuencia de la desigualdad de géneros” y yo no estoy tan de acuerdo con eso, o por lo menos, con la lectura que hacen las abolicionistas sobre esa “desigualdad”. En los tiempos que corren, con muchas mujeres ascendiendo socialmente, tomando el control de empresas, fortunas, y mayores ingresos, la posibilidad de un incremento del consumo de prostitución masculina por parte de esas mujeres sería una consecuencia “natural” de los avances en la igualdad de géneros. Sin embargo, con tantas profesionales, con tantas mujeres económicamente independientes, el consumo de prostitución masculina por parte de ellas no ha sido muy significativa, y nada indica que lo sea en el futuro cercano. ¿Y por qué es así? Pues, por varias causas, entre ellas, que sus deseos sexuales pueden no ser tan intensos, o simplemente, porque la “oferta” de amantes masculinos es muy abundante. La asimetricidad entre el deseo femenino y el masculino, es decir, la diferencia entre la “oferta” sexual femenina y la “demanda” sexual masculina, no deja lugar a ninguna duda: las prostitutas ocupamos un lugar necesario y socialmente útil. Y ése es nuestro trabajo: Somos trabajadoras sexuales. Ni sumisas, ni devotas, Prostitutas!

Nos quieren fuera de las calles, “adaptadas” a su moral cuasi religiosa,  nos quieren en sus casas trabajando como domésticas, limpiando sus casas burguesas, o limpiándoles el culo a sus enfermos o a sus viejos. No nos quieren en las calles, nos quieren esclavas de sus prejuicios, asalariadas y dependientes de sus caprichos, sumisas empleadas lameculos, limpiadoras de sus basuras, y de sus baños salpicados de mierda con perfume bien pensante.  Pero las calles son nuestras, la noche nos pertenece, y no renunciaremos sin luchar!!!…

En su libro “Sexualidades”(FCE, 2013), Silvia Di Signi deja muy en claro el mecanismo de la manipulación discursiva para asociar al inconciente de las “personas de bien” situaciones, características, o hechos, con muy poca (o ninguna) relación entre sí, con el objetivo de desalentar y combatir conductas o actitudes que se consideren “dañinas” para quienes controlan la moral socialmente dominante. Tal ha sido el caso de la homosexualidad, asociada durante años con la pedofilia y otras “perversiones”, el de la masturbación, asociada durante siglos con la debilidad mental y de carácter (entre otros muchos “vicios” y “desviaciones”), por citar dos casos muy cercanos y con cierto parentezco. La prostitución (siguiendo esa misma lógica y ese mismo “mecanismo descalificante”) ha sido asociada con muy mala fe (porque es una asociación absolutamente interesada y maliciosa) con los vicios de la noche, la violencia, la “trata” de mujeres, las drogas, las violaciones, el secuestro de niños y niñas, la desaparición de mujeres jóvenes, la extrema pobreza, la vulnerabilidad de la mujer, la falta de valores humanos y la pedofilia (entre otros numerosos aportes colectores de estigmatizaciones y repudio social). Y ahora las “feministas” nos agregan el de “cómplices” del Patriarcado.

Está claro que cuando no existen argumentos sólidos para discutir el eje central del “síntoma”, cuestionan su “periferia”, ya que se constituye en el único mecanismo invalidante para neutralizar (disuadir y combatir) conductas consideradas socialmente inaceptables porque atentan contra el orden moral (o social) existente, o contra el “nuevo orden” que se quiere instituir. Y como todo “orden” tiene su “moral”, el nuevo mundo soñado por las “feministas misándricas” no resiste que las prostitutas “refuercen” (en su imaginario) una estructura social que tiene por elemento central la sexualidad humana, y el uso de esa sexualidad en beneficio propio.

El empoderamiento de la mujer sobre su propio cuerpo jamás será completo sino puede decidir libremente con quién (cuándo, cómo, dónde, y bajo qué términos), mantener relaciones “intimas”. El gran problema de las “abolicionistas” es que se ven forzadas a negar la existencia de esa libertad, de esa capacidad de las mujeres (prostitutas) a decidir sobre sus propios cuerpos y sobre sus propios intereses, y para hacerlo, se ven obligadas a un ejercicio de negación de sus capacidades morales, intelectuales y sociales, convirtiéndolas en la práctica en “incapaces” jurídicas necesitadas del “tutelaje” de quienes sí saben defender “sus” derechos y los de todo el colectivo femenino. En fin, en pleno Siglo XXI hemos vuelto a los tiempos de Fray Bartolomé de las Casas, pero en lugar de los “indios” considerados eternos menores de edad, y por lo tanto sometidos al tutelaje de un “europeo”, ahora nos toca a nosotras, las putas, sufrir el coloniaje de la Academia, de las mujeres blancas, profesionales, de clase media, hablando por nosotras, y silenciando nuestros deseos y nuestros derechos. Como se ve, las cosas cambian, pero a veces, no cambian demasiado.

 

STELLA D’VITA

PROSTITUTA

Buenos Aires, 12 de Octubre de 2013.-

«DÍA DE LA DIVERSIDAD CULTURAL»

SOY PROSTITUTA Y QUE - IMGP2235-R D 50

Acerca de Stella D'Vita

Soy una Prostituta Travesti (Mujer Trans) de Buenos Aires (Argentina)... I m a whore shemale (Trans Woman) of Buenos Aires (Argentine).
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43 respuestas a LA PROSTITUCIÓN Y EL PROHIBICIONISMO «ENCUBIERTO»

  1. Excelente texto, Melisa, realmente te felicito por tu capacidad argumentativa y la información que la sostiene. En una época en que se alientan persecuciones de todo tipo, tu voz, además de clara y precisa, es muy valiente.
    Un abrazo grande!

  2. Lucía dijo:

    Tu artículo es brillante. Ojalá logres abirles los ojos a muchxs

  3. Maldita Perra del Infierno dijo:

    Pues le faltan muchas referencias a muchas de tus afirmaciones.

  4. Miriam dijo:

    Si damos por hecho que los hombres tienen más demanda de sexo que oferta (u oferta de mala calidad), estamos aceptando que todos nuestros familiares, amigos y parejas, paguen por ello. Ese argumento es el de una persona que no tiene a nadie más que a si misma o que tiene un concepto que reduce a la humanidad a simples animales cuyo fin en la vida es saciar los instintos más primitivos. Si todos fuesemos así, ahora mismo la evolución del ser humano se reduciría a mejoras físicas de supervivencia básica. Un panorama totalmente desalentador.

    • Un hecho es un hecho!!!… Cualquier mujer consigue sexo fácilmente con sólo proponérselo (incluso la menos favorecida según los estándares de belleza dominantes), no es así para los hombres, y eso es muy fácil de comprobar empíricamente, y cualquier Mujer lo sabe!!!… Reducir el análisis de un texto a una pequeña parcialidad del mismo y concluir que quien lo escribe es «una persona que no tiene a nadie más que a si misma o que tiene un concepto que reduce a la humanidad a simples animales cuyo fin en la vida es saciar los instintos más primitivos» me produce cierta sensación de tristeza, ya que implica una incapacidad de comprensión lectora que espanta!!!… No hay nada más alejado de los «simples animales» que la sexualidad humana, y nada más distante de los «instintos más primitivos» que la diversidad de relaciones que se plantean entre hombres y mujeres, y por supuesto, entre Clientes y Prostitutas!!!… De la ignorancia surgen los errores y los prejuicios!!!… Me tomo el atrevimiento de sugerirle la lectura del Poema de Gilgamesh (uno de los textos literarios más antiguos que haya llegado a nuestros días, escrito hace casi 5000 años) donde se muestra claramente el poder civilizador de la Mujer, en este caso (o casualidad), una «Cortesana», o sea, una Prostituta de «alta clase», para contribuir a «la evolución del ser humano» convirtiéndolo en un ser mucho menos «primitivo», en un ser «social» mucho más sociable!!!… Como verá, el «panorama» no es «totalmente desalentador», sino todo lo contrario!!!…

  5. Lola dijo:

    No estoy de acuerdo con muchas cosas : Por ejemplo, no creo que sean las leyes del mercado del sexo las que empujen a los hombres hacia las trabajadoras sexuales. Eso es reduccionista y simple. Nadie puede conocer las razones por las que los hombres van de putas, eso que menciona sobre «el mercado del sexo gratuito» no deja de ser un argumento inmaduro. Como los pobrecitos hombres no consiguen que su mujer se deje dar por el culo está justificado que se vayan de putas. Eso de cojan más! no deja de ser, de alguna manera, una forma de decirle a las mujeres que hagan lo que su pareja desee hacer con ellas.
    No, señora, muchos hombres tienen una mujer amantísima y ellos hacen caso omiso, necesitan irse de putas, por x razones.
    No digo que usted no deba defenderse, pero igualmente, entienda que la prostitución sigue siendo una forma de opresión sobre las mujeres.

    • Si va a leerme y a criticar mis artículos, por favor no sea «reduccionista y simple», léame bien y no lo haga anteponiendo su ideología (y su moral) a mis palabras ya que seguramente me responderá (como lo hace) con «un argumento inmaduro». No ha habido mayor sistema de opresión a las mujeres que el «santísimo matrimonio» y de ese mal, las prostitutas nos hemos liberado!!!… Está muy claro que la prostitución (como el matrimio) será «una forma de opresión sobre las mujeres» en la medida en que no sea elegida libremente!!!… Las causas por las que los hombres pagan para tener sexo son tan numerosas como hombres existen y han existido sobre la tierra!!!… Pero si de algo estoy segura, es de que (en la más inmensa mayoría de los casos) no es para humillar a las mujeres sino para disfrutar de un buen momento!!!… No somos «cuerpos», somos personas, y como personas nos relacionamos!!!… La relación Cliente-Prostituta, no deja de ser una relación profundamente humana!!!… Aunque les pese a las mal llamadas «feministas», y las denomino así, entre comillas, porque las verdaderas Feministas defienden las libertades y la igualdad de los sexos, y por lo tanto, el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos sin tutelajes morales, ni fundamentalismos ideológicos!!!…

    • Marcos dijo:

      Lola,
      Es interesante cómo nos resultan invisibles concepciones ideológicas tan internalizadas que las damos por supuestos válidos e integramos al marco de discusión en nuestros argumentos.
      En este caso, la concepción ideológica de marras es la de la monogamia como la única forma posible de establecer relaciones «normales» y «sanas». Esto es necesario para luego entender que las elecciones de compañeros sexuales son «necesariamente» mutuamente excluyentes, tal que si elijo a un compañerx A es porque me ofrece algo que no me está ofreciendo un compañerx B, y que si B quiere ser elegidx nuevamente y «recuperar» la exclusividad que el concepto de la monogamia le da por hecho, entonces debe competir y ofrecer más que lo que estaba dispuestx a ofrecer, o aquello que considera «malo» o «dañino» (porque convengamos, los homosexuales varones se dan por el culo porque lo desean y les brinda placer, ¿por qué es válido suponer que si alguien le ofrece el culo a tu marido «se está denigrando» y te está obligando a denigrarte para «competir»?).
      Ojo, incluso Melisa cae en la trampa de este marco ideológico cuando pone la cuestión en términos de oferta y demanda, sin abrir el juego a otras posibilidades que motiven a alguien «a ir de putas».
      Ahora, en mi opinión la monogamia es algo forzado, más aún, es algo que ha impuesto el patriarcado principalmente sobre la mujer (en todas las culturas patriarcales la mujer es monógama, pero no en todas el varón debe serlo, por ejemplo, en algunas puede tener un harén), porque lo que está en juego es que la paternidad es un acto de fe en contraposición a la maternidad como hecho irrefutable, y para acallar las dudas sobre la paternidad, los varones controlan el ejercicio de la sexualidad femenina e instalan en el pensamiento femenino desde una concepción de la dignidad femenina, que lo normal para una mujer es desear a un único varón. No obstante, el varón no está sujeto a la misma forma de verse a sí mismo y a sus deseos, por el contrario, disfruta de la libertad de desear a cuanta mujer quiera y de disfrutar de ellas sin que se cuestione ni su dignidad, ni su moral, ni su normalidad.
      Una porción del feminismo (la totalidad del abolicionista) tiene una concepción de equidad que acepta la concepción de la naturaleza monogámica que se le impone a la mujer, y defiende la concepción de dignidad femenina asociada a ella -pese a que le fuera impuesta por el patriarcado, y sin cuestionarla a causa de ello- de tal modo que lo que pretende es imponerle a los varones el mismo estándar al que fueran sometidas, promocionando una noción de «normalidad» y de «dignidad» masculina sustentada por estas limitaciones. Y entonces el cliente de los servicios sexuales resulta ser el ejemplo paradigmático de lo que pretenden que se considere «anormal» e «indigno» para los varones.
      Ahora que, si cuestionamos a la monogamia, tu planteo carece de sustento, si en efecto tu marido se va momentáneamente con aquella que le ofrece el culo (ya sea pagando o no), no necesariamente lo haga porque vos no se lo ofrezcas, si se lo ofrecieras también iría con otra que se lo ofrece de otra manera, porque «en la variedad está el gusto». Y si además cuestionamos el concepto de dignidad femenina, no hay motivo que te impida a vos disfrutar de otros compañeros sexuales, bien porque la tengan más grande, más chiquita, o porque sepan usarla de modos que no sabe tu marido, y no necesariamente eso te obligue a menospreciar a tu marido ni a una relación construida por ambos dedicándole mucho tiempo, esfuerzo y expectativas y no sólo para tener un compañerx sexual, sino para compartir muchos otros proyectos y aspectos de la vida, como para suponer que un mero culo bien entregado puede hacer que tire todo eso por la borda.
      Tu apreciación del problema da cuenta de tus miedos, da cuenta de que vos supones que lo único que puede apreciar un varón de una mujer se encuentra entre sus piernas, le resta al varón todo ese crédito que le demandás que tenga por la fuerza de un contrato de fidelidad, menosprecia a la mujer al no valorar todo lo demás que tiene para ofrecer, y menosprecia a los varones al suponer que para nosotros toda mujer es un conjunto de agujeros rodeada de carne.
      Quizá te sorprenda, pero el principal recurso de una trabajadora sexual para hacer dinero no está entre sus piernas ni en sus orificios, sino en su cerebro, en la capacidad para explorar, explotar y liberar los «ratones» de su cliente, y si es suficientemente hábil, puede que ni siquiera necesite valerse de sus agujeros para satisfacerlo. Y los clientes pueden acercarse a una trabajadora atraídos por sus atributos físicos, pero si luego no encuentra esa habilidad intelectual, difícilmente vuelva a contratar sus servicios en el futuro. Y viceversa, de hecho no podes controlar qué hará tu marido a tus espaldas, pero si en efecto va con alguien que le ofrece el culo y vuelve, es porque el culo no es lo más importante para él, y porque es capaz de valorar en vos muchas más cosas de las que le ofrecés en la cama.

    • Mario dijo:

      Lola. Se nota que detestas y no respetas la sexualidad del hombre ni sus derechos ni libertades.

      Yo soy Varonista y también cliente de prostitutas. Lo soy desde los 15 años y ahora tengo 27.

      Y la primera razón por la que incluso hombres jóvenes, atractivos y con carácter y personalidad fuerte(los denominados machos alfas) prefieren pagar por sexo, es porque buscan un sexo directo, sin pasar por la hipocresía y la falsedad de la mal llamada «seducción» y lo que quieren es tener sexo completo(con la cola, 69 y todo) con una mujer atractiva que ellos mismos elijan y poder disfrutar de su verdadera sexualidad librando sus deseos carnales de los mas arcaicos e intuitivos que están en sus genes.
      Como podes entender yo pertenezco a este grupo de hombres clientes.

      Otra cosa que mencionaste, es que a muchos hombres les encanta el sexo anal o sea intuitivamente desean sodomizar a sus mujeres, pero no todas lo dejan y por esto mas con las prostitutas para completar su deseo. Y sabes el porque a muchos hombres, sobre todo lo que tiene un caracter y personalidad fuerte les gusta sodomizar a las mujeres? Porque es una forma del coito que asocian con el poder el poder y la dominación de su mujer. Yo soy uno de estos hombres y tengo estas pasiones muy mercadas dentro del mi. Nos gusta hacer el sexo anal a las mujeres no solo porque el ano es mas estrecho sino también para dominar y domar a nuestra pareja, sentirle completamente mía. Nuestra sexualidad es muy dominante y posesiva y el sexo anal es su máxima representativo y es algo que esta arraigado en nuestro genes.
      Yo mismo siempre quiero a mujeres completas, que entregan la cola y nunca me conformo con menos. Si no la entregan, todo bien, pero con esto se termina toda nuestra relación. Y otra vez en prostitución siempre tengo a mujeres completas que me permite disfrutar de todos mis deseos sexuales que forman parte de mi naturaleza.

      Acá te dejo mi propio articulo sobre el sexo anal y del porque a los hombres tanto les fascina sodomizar a las mujeres(por cierto a muchas mujeres también le encanta una vez que lo prueban, pero por razones contrarias a los del hombre, o sea por que les permite disfrutar de su sumisión que les permite este coite).

      Y siendo feminista ta va a encantar este articulo Varonsita:

      «El sexo anal y la jerarquía natural entre el hombre y la mujer».

      http://larebeliondelvaron.blogspot.com.ar/2013/10/el-sexo-anal-y-la-jerarquia-natural.html

      Por otra parte para los Varonistas las prostitutas son nuestras mejores aliadas en esta guerra por la liberación del varón y no solo buscamos legalizar por completo a la prostitución, sino también vamos acabar por buenas o malas contra toda estigmatizacion social contra las prostitutas. Es mas para nosotros los Varonistas las prostitutas son las mujeres mas sinceras y honestas entre todas las mujeres y por ende merecen ocupar el puesto mas elevado en la jerarquía social entre todas las muejres por el gran valor de su trabajo que ellas proporciona a los hombres.

      Y de hecho la prostitución de gran escala sera uno de los principales pilares de la nueva civilización que construiremos los Varonsitas.

      Y otra vez te recomendare leer mi otro articulo Varonsita esta vez dedicado a la prostitución, se llama:

      «La prostitución de gran escala como uno de los pilares de la nueva Civilización».

      http://larebeliondelvaron.blogspot.com.ar/2013/09/la-prostitucion-de-gran-escala-como-uno.html

      Espero que te gusten mis artículos.

      Saludos!

      • Me alegra que consideres que «las prostitutas son las mujeres mas sinceras y honestas entre todas las mujeres y por ende merecen ocupar el puesto mas elevado en la jerarquía social entre todas las muejres por el gran valor de su trabajo que ellas proporciona a los hombres».

        Interesante tu punto de vista. Aunque no comparto ciertas posturas que considero «extremas» (y hasta socialmente peligrosas), no deja de ser interesante un enfoque tan radical y «contestatario» contra el «Nuevo Orden» que se nos quiere imponer!!!…

        Pensé en eliminar tu post (por lo extremo de algunas posturas), pero me pareció mucho más útil sumar que restar!!!… Demasiada literatura «Feminazi» demandaba una respuesta de mayor calibre, y sin dudas tu postura «varonsista» compensa (en parte) tanto discurso domesticado!!!…

      • Mario dijo:

        Melisa, gracias por aceptar publicar mi comentario a pesar de que no es del todo políticamente correcto.

        Y es tal como digo, las mujeres prostitutas de por lejos resultan las mujeres mas sinceras y honestas entre todas las mujeres, y las que dicen ser «mujeres decentes» en realidad en su mayoría son unas vividoras muy hipócritas que en dignidad y sinceridad no llegan ni a los pies de las prostitutas. Es algo que saben todos los hombres y lo comprende la mayoría de las mujeres(por esto reaccionan de manera tan reaccionaria con las prostitutas porque les generan una gran competencia y amenazan a su monopolio del sexo) pero por el miedo a lo políticamente correcto nadie se atreve a decirlo en publico, nadie.

        Pero los Varonistas, que somos una organización político-militar por la liberación del hombre si decimos las cosas tal como son, sin importar lo que dirán o lo que pensaran de nosotros. Para nosotros la llave de la victoria esta en la sinceridad. Con la sinceridad mas extrema se ganara esta guerra.

        Y este discurso Varonista a favor de la prostitución que se enfoca en estos valores que acabo de describir aunque no crees pero muy pronto serán difundidos por todos los medios. Porque? Porque una vez que en Argentina aprobaran la ley castrativa y misandrica de penalizar a los clientes de la prostitución(ya es un hecho), El Estado matriarcal nos dará una luz verde para actuar en defensa propia. Y vamos cometer actos(algunos hombres «feministos» entre los políticos no sobrevivirán a estos actos) que tendrán una repercusión en la prensa no solo argentina, sino del mundo enterró. Todo el mundo hablara del Varonismo y de nuestros principios en cuanto a la prostitución. Tondo lo que expongo en mi blog sera publicado en los medios de todo el mundo. Sera un tema de un debate global.

        Así se abrirá un debate extremo entre las dos posturas radicales, la Varonista que no solo busca legalizar la prostitución, sino que también ve a las prostitutas como mujeres mas honestas y sinceras entre todas que merecen el mayor de los respetos por su trabajo y de otro bando estarán los sectores mas misandricos y reaccionarios del feminismo que buscan castrar y poner de rodillas los hombres y que para tal fin buscan degradar, humillar y maltratar a las prostitutas para sacarlas del medio y para que los hombres no puedan mas acceder a sus servicios.

        Y dentro de un debate de este tipo, no es difícil de imagina que los Varonistas devoraran crudos a todos su rivales, porque sus argumentos se basan en odio, hipocresía y mentiras. Serán devorados por completo y dejaran de existir.

        Esta es la estrategia del Varonismo por esto recurrimos a la sinceridad de la mas extrema, porque es la mejor de las estrategias para ganar la guerra. Si, para nosotros es una guerra con todo lo que esto significa.

  6. Laura dijo:

    Buff es un artículo super completo, tocándo todas las cuestiones de interés y con reflexiones excelentes.
    Consigues dejar muy claro lo estúpidas que resultan las ideas abolicionistas.

  7. Tremendo. Lo citaré cuando pueda ponerlo en contexto.

    Muchas gracias por su punto de vista que comparto completamente. Cuando escriba su libro no dude en ponerse en contacto conmigo (para no olvidarlo).

    Un abrazo desde España.

  8. Cristina dijo:

    Estoy muy metida en el movimiento feminista, por trabajo y convicción. Siempre que escucho las posturas abolicionistas, pienso exactamente lo mismo que tú. Primero, se os trata siempre como menores de edad y en todas las jornadas, conferencias y demás sobre el tema jamás hay entre las ponentes una trabajadora del sexo. Siempre hablan por vosotras profesoras, políticas, periodistas, pero jamás vosotras. Es algo que me saca de quicio, porque repiten el mismo esquema que se trata de denunciar (no queremos que a las mujeres se nos trate como menores de edad…. salvo en el caso de las trabajadoras del sexo). Segundo, la argumentación que exponen siempre me ha parecido manipuladora (lo típico de ¿tú querrías que tu hija fuera prostituta?), falaz (prostitución=trata, también me saca de mis casillas), infantil y que parece esconder una represión sexual no reconocida. Me ha parecido un artículo brillante y en el que estoy totalmente de acuerdo. Muchas gracias e intentaré darle la mayor difusión posible.

  9. Julio dijo:

    Hola. No veo en este apartado de tu genial blog ninguna referencia al posicionamiento de las organizaciones sindicales con respecto al trabajo sexual. La Confederación General del Trabajo del estado español acordó en su congraso de Málaga en 2009 una resolución muy interesante al respecto que copio a continuación. Un fuerte saludo, muchas gracias y adelante con tu lucha.

    DERECHOS LABORALES DE LAS PROSTITUTAS. LA PROSTUCION COMO TRABAJO

    Queremos manifestar en primer lugar que nos gustaría que las relaciones de todo tipo entre los seres humanos no tuvieran que verse sometidas a intercambios comerciales de ningún tipo y que por lo tanto el trabajo sexual no existiera.
    Nos gustaría que desapareciera n las relaciones de trabajo sometidas a las leyes del
    mercado y que dejaran lugar a la autoorganización y la autogestión.
    Pero mientras tanto, necesitamos derechos que nos protejan frente a los abusos del capital, ya que como bien consideran las compañeras abolicionistas «la prostitución es el
    violento punto de unión entre el patriarcado y el capitalismo».
    El trabajo sexual debe situarse en el mismo plano que el resto de trabajo, en lucha legítima y legal contra la marginación y la exclusión social. Lo cual es imposible si sigue siendo una actividad no reconocida ni regulada como trabajo.
    Abogamos por el reconocimiento de los derechos personales y laborales de las personas trabajadoras del sexo, como única forma efectiva para evitar la explotación, romper los
    mecanismos de exclusión de las mujeres que ejercen la prostitución de forma autónoma y voluntaria, así como acotar las imposiciones y desmanes de los empresarios de los club de alternes.
    El hecho de pedir el reconocimiento de los y las trabajadoras del sexo que realizan su trabajo voluntariamente, no quiere decir que aceptemos la trata de personas, sino todo lo contrario, queremos que sea perseguida.
    Por consiguiente hacemos las siguientes propuestas:
    • Exigir como organización que se persiga el tráfico sexual de personas.
    • Rechazar la explotación sexual, especialmente la de las mujeres inmigrantes, que constituyen uno de los colectivos más vulnerables.
    • Reconocer la sentencia dictada en 2001 por el Tribunal de Justicia de Luxemburgo, donde se afirma que la prostitución es una actividad económica legítima. Es decir, que el trabajo sexual es una actividad laboral y requiere el reconocimiento de los mismos derechos que otros trabajos. Con acceso a los servicios cubiertos por el sistema de protección social
    general y a la sanidad publica.
    •Impulsar la autoorganizacion de las trabajadoras para representarse a si mismas y ser incluidas en las discusiones a cerca de políticas, leyes, ordenanzas, etc que les afecten a ellas y a sus condiciones de vida
    •Rechazar las medidas paternalistas exigiendo, que se escuche a las trabajadoras como parte implicadas en la regulación legal de ia propia actividad.
    • Reconocer el derecho a la sindicación de las trabajadoras del sexo

    • Muchísimas gracias por tus comentarios y por el aporte de información!!!… La CTA (Confederación de Trabajadores de Argentina) nos reconoce como trabajadoras, pero es sólo una de las Centrales del Trabajo!!!… Tu aporte ha sido muy valioso para mi!!!… Besitos…

  10. Antonio M. Sánchez dijo:

    Completísimo, interesantísimo, estupendamente argumentado, brillante… Gracias mil, Melisa por ello. Lo acabo de compartir y comentar con mi exjefa y excompañera en CCOO, un sindicato español hermanado con la CTA pero dentro del cual nosotros luchábamos por aclarar y divulgar esas tesis de dignidad y de derechos que tú mantienes. La cuestión estaba (y me temo que sigue estando) durilla en su seno debido a un irreductible sector ‘abolicionista’ al que mi compañera y yo les contraponíamos similares argumentos que los tuyos. Porque lo peligroso a nuestro entender es el ‘abolicionismo’ que esconde un moralismo disfrazado de ‘feminismo progresista’. Por ejemplo:
    1) «¿Es alienante y cosificador utilizar tus manos, tu boca y tus genitales para proporcionar placer a otros en una relación mutuamente consentida y es plenamente enriquecedor limpiar las pústulas y la mierda de tus padres o tus abuelos por 9 euros la hora?»
    2) «En relación con lo anterior, ¿con qué criterio catalogamos una actividad determinada como ‘humillante’? ¿Es porque tiene contenido sexual? ¿No es entonces el rastro de la consideración ‘pecaminosa’ per se de lo relativo al sexo en general?»
    3) «Aunque la mayoría de las prostitutas (si eso fuese verdad) estuvieran ‘obligadas’ y ‘sometidas’ por mafias de trata de blancas, ¿por qué no se persiguen éstas y no a la profesión/actividad en general? Porque aunque fuera ese 90 % (porcentaje que está muy por ver, cuando no diría que rotundamente falso, tanto en Argentina como en España o Francia), ¿el 10 % no tendría derechos?»
    4) «¿Qué oportunidades les da a las mujeres en general el asimétrico mercado de trabajo de un país occidental? Incluso teniendo en cuenta que puede que a algunas mujeres su contexto socioeconómico y cultural les ‘impela’ a practicar la prostitución (se supone que la prostitución más marginal) de un modo no demasiado ‘voluntario’, ¿las que limpian en casas, son cajeras por cuatro duros, ponen cafés o barren peluquerías han sido más libres de elegir? ¿No será en todo caso una cuestión de lumpenproletariado, de trabajos en el límite de lo legal y moralmente admisible, pero todos ellos?»

    Y así hasta un montón de argumentos más que tú has desarrollado de manera muy ejemplar. Gracias.

    • Muchísimas gracias por tus elogios y comentarios!!!… Nunca he soportado la hipocresía, y me molesta que me traten de llevar de las narices por temor al qué dirán, y a no ser «políticamente correcta»!!!… Cuando se trata de defender la libertad de decidir (la libertad y el derecho de las personas adultas a vivir a su antojo y decidir sobre sus propios cuerpos y sobre sus propios dineros, no hago concesiones a la moralidad encubierta, ni al machismo internalizado de muchas «feministas»!!!…

      Acabo de eliminar un post «prohibicionista» que me quería utilizar como medio de divulgación de su propaganda moralista, y que despotricaba contra el «Manifiesto de los 343 Cabrones», utilizando frases del tipo «343 payasos que parecen haber sido empujados a escena por sus superiores de una patada en el culo»… «Que esta panda de desequilibrados»… «son, en realidad, conscientes de su insignificancia, de su condición de karaoke de borrachos»… «puestos ya los 343 capirotes, serenemos los ánimos y hablemos los demás, hijos todos de dios»… En fin, como verás, mucha palabrota y muy pocos argumentos, pero eso sí, con abundancia de esas repetidas argucias con las que intentan emparentar prostitución con víctimas de trata para explotación sexual, porque ha falta de argumentos, buenas son las «distracciones» discursivas!!!…

      Excelentes tus cuatro preguntas y los argumentos con las que las respondes!!!… Cuando la libertad humana está amenazada (porque no se trata sólo de la prostitución, sino de toda una «agenda» política), levantar la voz y exponerse, es un grito de Libertad que te honra!!!…

      Me he tomado el atrevimiento de linkear tus palabras, porque todo suma en esta desventajosa lucha contra quienes consideran que algunas mujeres tienen derecho a la palabra y a decidir sobre sus cuerpos y sobre sus vidas, y las otras, nosotras (las «impúdicas», las que nos rebelamos contra su moral y sus prejuicios), que no sólo debemos ser silenciadas y ocultadas a la vista del gran público, sino reconvertidas en buenas burguesas, o en mano de obra barata para su servicio «doméstico», o algún equivalente que neutralice nuestro potencial contestatario!!!…

      Te mando un gran beso desde Buenos Aires!!!… Y muchísimas gracias por tu valentía!!!…

  11. Marcos dijo:

    Melisa, te felicito por tan inteligente y fundamentada nota. En particular porque existe un prejuicio que enmarca la discusión sobre el tema, y en el que terminamos cayendo por fuerza desde la defensa de los derechos de trabajadorxs sexuales, que supone que el único recurso comprometido en el trabajo sexual es el físico a expensas del cuerpo, y sin componente alguno intelectual que pueda aportarle valor o incluso superar en valor como recurso al físico, bajo una mirada moralista que denosta al ejercicio de la sexualidad considerándola un mero acto mecánico de acoplamiento de órganos signado por «instintos primitivos» -y que da cuenta de la incapacidad de quien lo formula de disfrutar de algo más que el acoplamiento de órganos en su propio ejercicio de la sexualidad.
    Quizá a ningún abolicionista se le ocurra la idea de que a algún lector, la habilidad intelectual de la que das cuenta en este artículo pueda sugerirle que seas capaz de arrancarle un orgasmo sin mover un músculo de tu cuerpo, y que fuera suficiente motivo para contratar tus servicios.
    Esta imagen que proponen del cliente prostituyente le quita todo valor al aprecio por lo que el otro tiene para ofrecer en aquellos carriles que propone que debería apreciar, considerando al otro como mucho más que un cuerpo con el que acoplarse para procurarse placer y valorizando sus servicios por estos otros motivos. Y a la vez, pretende infantilizar a la mujer en particular y a la trabajadora sexual en particular, suponiéndola incapaz de poner en acción en su provecho a sus recursos intelectuales.
    Una de las cosas que más valoro de tu escrito es la forma en que les tapas la boca, demostrando que la inteligencia en tu trabajo ocupa un rol primordial, como sucede en cualquier otro trabajo.

  12. Amós dijo:

    Excelente texto, gracias por la lucidez y la valentía.

  13. Hola Melisa: No puedo mas que decir que estoy en un 100% de acuerdo con cada palabra y frase . Me he llevado el texto y te he enlazado a mi blog para que mas gente pueda leer este texto que me parece mas que EXCELENTE!

    Enlace: http://emancipadosdementes.blogspot.com.ar/2013/11/la-prostitucion-y-el-prohibicionismo.html

    Saludos

  14. Mario dijo:

    Melisa, muy buen y muy completo su articulo sobre la prostitución que desmienten el falso discurso de las feministas abolicionistas. Me gusto todo y eso que soy Varonista y defensor de liberalismo y la Libertad Individual mas acérrimo que solo podrán encontrar en este mudo.

    Y es tal como dice sobre los clientes, que primero solicitan servicios sexuales y no compren cuerpos(lo cual es un delirio) y que ademas tratan de pasar un buen rato dentro de una agradable relación interpersonal con la prostituta. Y es o que usan a las prostitutas como muñecas es un desprecio por la sexualidad masculina de parte de las feministas.

    Yo mismo como hombre, varonista y cliente de prostitutas tengo una sexualidad muy fuerte, dominante y posesiva con las mujeres, pero ademas de la mera relación sexual con la prostituta también busco establecer una agradable relación social con ella, charlar, buscar puntos que ambos compartimos y sobre todo me gusta verla también disfrutar del encuentro.

    A su vez de parte del recién surgido movimiento Varonsita, que es una ideología basada en los principios liberal libertarios mas radicales puestos a la defensa de los derechos y libertades de los hombres contra los abusos del Estado feminista, los Varonsitas vemos a las mujeres prostitutas como a nuestras principales aliadas de primer orden en esta guerra por la liberación de los hombres. Y no solo buscamos legalizar la prostitución en Argentina y el mundo enterró, sino también buscamos erradicar todo tipo de estigmaizacion social contra las prostitutas y les otorgamos un estatus social dentro de la jerarquía social femenina de los mas alto por ser mujeres sinceras y honestas y también por el gran valor de su trabajo proporcionando libertad sexual a los hombres que por otra vía es imposible de conseguir en tal forma.

    Lo que se viene es el fin del orden socio cultural que hemos conocido hasta ahora. El Varonismo marcara el inicio de una nueva era, de una nueva civilización donde reinaran los valores muy distintos a los que hemos conocido hasta el día de hoy.

    Y le recomiendo leer nuestro articulo varonista sobre lo que opinamos de la prostitución. El titulo es:

    «La prostitución de gran escala como uno de los pilares de la nueva Civilización».

    http://larebeliondelvaron.blogspot.com.ar/2013/09/la-prostitucion-de-gran-escala-como-uno.html

    Espero que le guste.

    Saludos!

    • Me alegra que consideres que “las prostitutas son las mujeres mas sinceras y honestas entre todas las mujeres y por ende merecen ocupar el puesto mas elevado en la jerarquía social entre todas las muejres por el gran valor de su trabajo que ellas proporciona a los hombres”.

      Interesante tu punto de vista. Aunque no comparto ciertas posturas que considero “extremas” (y hasta socialmente peligrosas), no deja de ser interesante un enfoque tan radical y “contestatario” contra el “Nuevo Orden” que se nos quiere imponer!!!…

      Pensé en eliminar tu post (por lo extremo de algunas posturas), pero me pareció mucho más útil sumar que restar!!!… Demasiada literatura “Feminazi” demandaba una respuesta de mayor calibre, y sin dudas tu postura “varonsista” compensa (en parte) tanto discurso domesticado!!!…

      • Mario dijo:

        Melisa, gracias por aceptar publicar mi comentario a pesar de que no es del todo políticamente correcto.

        Y es tal como digo, las mujeres prostitutas de por lejos resultan las mujeres mas sinceras y honestas entre todas las mujeres, y las que dicen ser «mujeres decentes» en realidad en su mayoría son unas vividoras muy hipócritas que en dignidad y sinceridad no llegan ni a los pies de las prostitutas. Es algo que saben todos los hombres y lo comprende la mayoría de las mujeres(por esto reaccionan de manera tan reaccionaria con las prostitutas porque les generan una gran competencia y amenazan a su monopolio del sexo) pero por el miedo a lo políticamente correcto nadie se atreve a decirlo en publico, nadie.

        Pero los Varonistas, que somos una organización político-militar por la liberación del hombre si decimos las cosas tal como son, sin importar lo que dirán o lo que pensaran de nosotros. Para nosotros la llave de la victoria esta en la sinceridad. Con la sinceridad mas extrema se ganara esta guerra.

        Y este discurso Varonista a favor de la prostitución que se enfoca en estos valores que acabo de describir aunque no crees pero muy pronto serán difundidos por todos los medios. Porque? Porque una vez que en Argentina aprobaran la ley castrativa y misandrica de penalizar a los clientes de la prostitución(ya es un hecho), El Estado matriarcal nos dará una luz verde para actuar en defensa propia. Y vamos cometer actos(algunos hombres «feministos» entre los políticos no sobrevivirán a estos actos) que tendrán una repercusión en la prensa no solo argentina, sino del mundo enterró. Todo el mundo hablara del Varonismo y de nuestros principios en cuanto a la prostitución. Tondo lo que expongo en mi blog sera publicado en los medios de todo el mundo. Sera un tema de un debate global.

        Así se abrirá un debate extremo entre las dos posturas radicales, la Varonista que no solo busca legalizar la prostitución, sino que también ve a las prostitutas como mujeres mas honestas y sinceras entre todas que merecen el mayor de los respetos por su trabajo y de otro bando estarán los sectores mas misandricos y reaccionarios del feminismo que buscan castrar y poner de rodillas los hombres y que para tal fin buscan degradar, humillar y maltratar a las prostitutas para sacarlas del medio y para que los hombres no puedan mas acceder a sus servicios.

        Y dentro de un debate de este tipo, no es difícil de imagina que los Varonistas devoraran crudos a todos su rivales, porque sus argumentos se basan en odio, hipocresía y mentiras. Serán devorados por completo y dejaran de existir.

        Esta es la estrategia del Varonismo por esto recurrimos a la sinceridad de la mas extrema, porque es la mejor de las estrategias para ganar la guerra. Si, para nosotros es una guerra con todo lo que esto significa.

  15. Zaín dijo:

    Melisa, un saludo. El problema que yo veo, es que creo que lo que ofrecen las prostitutas, para ellos es sexo… pero para ellas no. Eso si ponemos como premisa que el sexo lleva implícito algún tipo de placer. Al menos la mayoría de las prostitutas que he conocido, no encuentran ningún placer en sus relaciones con los clientes. Es decir, se vende una «impostura», un fingimiento.
    No se vende «sexo», se vende «cuerpo», que creo que es distinto. Es cierto que puede parecer querer «tutelar» a las prostitutas… Pero ¿Y si, por poner un ejemplo, una madre para dejar algo en herencia con que puedan comer sus hijos, vendiese su cuerpo para ser utilizado en una película snuff, o para una cacería humana de millonarios, o algo semejante? ¿Intervendríamos para decir que es injusto que alguien deba hacer esto por dinero? (sé que el ejemplo es extremo, pero solo trato de explicarme, puede que veamos algo así al paso que vamos…).
    Melisa ¿no crees que en realidad, hay un pequeñísimo porcentaje de mujeres que no dejarían la prostitución como una de las últimas opciones de subsistencia?
    Lo que expongo son mis dudas, de corazón Melisa, para debatirlas precisamente con una persona con tu experiencia y convicción. Con todo el respeto y sin acritud.
    Añado que, cuando los temas candentes llegan a debate social, hay muchas personas indecisas, que no tienen claro que opinar… No todas son transfeministas, ni controlan la teoría queer, ni siquiera son abolicionistas, o feministas… Personas de diferente formación, otras que no se han parado a pensar… Creo que la beligerancia de los colectivos, tanto de un lado como de otro es de lo más desagradable. La violencia verbal de algunas de las defensoras de vuestros derechos por ambas vías, hace pensar que si pudieran utilizarían la misma violencia contra sus oponentes que el patriarcado ha utilizado por siglos… Insultar, vejar, humillar… ¿Nos matamos entre nosotras?
    Un abrazo, Melisa. Mucho ánimo y mucha suerte en tu propósito. Me encantan las personas que luchan por sus convicciones con argumentos.

    • Gracias, Zaín, por los saludos, la buena onda y el trabajo que te tomaste en leer mi artículo. Ahora vayamos al punto. Cuando decís que «lo que ofrecen las prostitutas, para ellos es sexo… pero para ellas no», creo que cometés el error de pensar que eso es realmente importante!!!… A ninguna prostituta le interesa mucho lo que el cliente crea que está «comprando». Si ellos creen que es «sexo» y no lo es; o si es «sexo», pero de distinta «calidad», es cosa relativa a cada cliente y a cada trabajadora sexual. No todas disfrutan a full de su trabajo, pero la mayoría (a contrario sensu) lo disfruta. Por supuesto, como no es políticamente correcto decirlo, y es más fácil (y útil) victimizarse, muy pocas prostitutas le dirán a una extraña (o a una amiga que no es «del palo») que su trabajo le gusta y que, por lo menos, algo lo disfrutan!!!… Está claro que esa pregunta (sobre el placer laboral) no se la suelen hacer a las empleadas domésticas, o a las fileteadoras de la industria del pescado, o a tantas otras trabajadoras que realizan trabajos insalubres y generalmente muy mal pagos, pero que, vaya paradoja, gozan de una mirada mucho menos «estigmatizante».

      Hay «clientes» y Clientes, algunos te gustan más, y otros te resultan apenas digeribles, pero mientras puedas decidir libremente si le das servicio (o no), y puedas acordar las condiciones de esa «prestación», no tiene por qué resultarte desagradable la relación. Y si tu trabajo no te gusta, pues búscate otro, que las mujeres no nacimos para esclavas!!!… Ahora bien, si te quedas en el «oficio», no le eches la culpa a la crueldad del mundo, sino a tus propias ambiciones personales, a tus propios deseos de «consumidora» de los «bienes» que el sistema social pone a tu alcance a cambio del fruto de tu trabajo!!!…

      Las personas «en situación de prostitución», es decir, aquellas forzadas a ejercer el trabajo sexual por encontrarse en situaciones de extrema vulnerabilidad y sin ninguna otra alternativa laboral, son muy pocas, y esa circunstancia suele «durar» muy poco tiempo, salvo que se perpetúe por la comodidad, la abulia, o el desinterés en salir realmente de esa «situación». El caso de las personas «trans» (travestis, transexuales) es una cuestión aparte, ya que generalmente carecen realmente de alternativas laborales, y no suelen «calificar» ni para los trabajos domésticos, de limpieza, ni de cuidado de niños, ancianos y enfermos, o sea, es prostitución o hambre!!!… Y esa sí, es una auténtica «situación de prostitución», que debe ser eliminada con políticas activas del Estado, que debe compensar a un colectivo social castigado y marginado a consecuencia de la «estigmatización» y la violencia de la que históricamente ha sido víctima!!!…

      Volviendo al tema central, vos decís que «se vende una “impostura”, un fingimiento». Y eso ha sido la historia del matrimonio en casi todas las culturas!!!… El sexo (como mutuo placer) es un «invento» muy reciente!!!… Hasta hace apenas unas décadas atrás, la mujer que disfrutaba del sexo con su «esposo» debía fingir indiferencia para no ser considerada una «mala mujer», léase, una puta!!!… Las «buenas mujeres» no tenían sexo, se «resignaban» a cumplir sus «deberes» conyugales!!!… Las prostitutas no «cumplimos» esa clase de deberes, pero nos gusta que el cliente se vaya contento y vuelva!!!…

      Decís que «No se vende “sexo”, se vende “cuerpo”, que creo que es distinto», y ese discurso me pone nerviosa, casi diría, de muy mal humor!!!… No entiendo esa clase de razonamiento (que yo considero ajeno a toda lógica). Cómo se puede «vender» el cuerpo???… O «alquilar» el cuerpo???… ó «prestar» el cuerpo???… Nos sacamos los huesos y la carne, dejamos nuestro cerebro en una cubeta de vidrio y lo «congelamos» hasta que nuestro cuerpo nos sea devuelto???… Eso, claro está, si no lo vendimos, porque en ese caso, habríamos renunciado por completo (y para siempre) a esa «encarnación» de nuestro ser!!!…

      Pero volviendo al tema (mucho más razonable e interesante) de qué es lo que «vendemos» las prostitutas, lo podría resumir así: vendemos una ilusión, una puesta en escena, una fantasía, pero, por sobre todas las cosas, vendemos tiempo!!!… No cualquier clase de tiempo, tiempo de intimidad, de contacto físico, de caricias, de palabras, de pasión (fingida, o no), tiempo de humanidad, de respeto, de escuchar, de buenas ondas… Somos artistas del placer erótico, ni sumisas, ni esclavas, negociadoras al servicio de nuestros intereses y de la satisfacción del cliente, un ser humano al que respetamos y que también suele respetarnos!!!…

      «Es cierto que puede parecer querer “tutelar” a las prostitutas», afirmás casi negando lo obvio: NOS QUIEREN TUTELAR!!!… Nos consideran poco menos que imbéciles, incapaces jurídicas, víctimas de un mal entendido sindrome… Quieren hacer «su» revolución a nuestra costa!!!… Sus prejuicios sobre el sexo están tan extendidos (y a veces, su misandria), que no pueden entender que el sexo, y los genitales, son una parte, sólo una parte, de la realidad humana, y que su «valoración», es un tema cultural, ya sea moral, o religioso, y que esa «valoración» no debe ser impuesta a otras personas adultas, que también tienen la capacidad de hacer (y tener) sus propias «valoraciones», no forzosamente coincidentes con los estereotipos culturales dominantes… Tus creencias, tus «valores», son tuyos, no me los quieras imponer!!!…

      No voy a responder sobre tu «ejemplo» porque creo que ya (implícitamente) lo he hecho, y en forma muy clara!!!… Tus «ejemplos» (quiéralos, o no), constituyen una muestra fragante de la actitud paternalista que domina al abolicionismo misándrico, que, vaya paradoja, está infestado hasta el tuétano de machismo barato!!!… Y por qué digo «machismo barato»???… Porque para muchos hombres la vagina (y el ano) no son como un»pene» que puede ser usado a placer y sin costo para la autoestima de su «poseedor», sino una parte del cuerpo de la mujer cuyo uso frecuente la desvaloriza como persona, y, créase o no, muchas mujeres «compran» ese relato y lo hacen carne, volviéndose auténticas «castradoras» de la sexualidad femenina!!!…

      Me preguntás: «¿no crees que en realidad, hay un pequeñísimo porcentaje de mujeres que no dejarían la prostitución como una de las últimas opciones de subsistencia?» Y la respuesta, claro está, es SI!!!… Muchas prostitutas dejarían el «oficio» si pudieran ganar lo mismo en otros trabajos, pero el nivel de ingresos de la prostituta promedio (de acuerdo a su «target» y presencia física) es muy superior al que conseguiría en otros rubros en función de sus niveles educativos y a su formación profesional!!!… De todas formas, las que seguirían prefiriendo el trabajo sexual serían muy numerosas!!!…

      Desde ya, sería muy bueno recordar que las prostitutas mejor pagas son profesionales universitarias que manejan con soltura varios idiomas!!!… No sé por qué se hace tanto incapié en lo que Simone de Beauvoir llamaba la «baja» prostitución, y se deja de lado otro tipo de «prostituciones» mucho menos visibles, pero muy extendidas!!!… Será que lo que más molesta es ver a las trabajadoras sexuales exhibiéndose libremente por las calles, ocupando pisos en lugares donde reinan las «santas» familias, o porque los comerciantes burgueses se ven «invadidos» por nosotras, las «malas mujeres»???… Lo que más molesta de las prostitutas es su (nuestra) impertinencia, la ruptura de las normas establecidas, nuestro desafío al matrimonio y a la familia burguesas, a la monogamia forzada, al sexo glorificado por el Estado, o las Iglesias!!!…

      Al igual que vos, «Creo que la beligerancia de los colectivos, tanto de un lado como de otro es de lo más desagradable», pero hay que tener en cuenta que, mientras unas elaboran teorías y proyectos sobre temas que no las afectan directamente en sus niveles de ingresos, otras padecemos las consecuencias de esas teorías y proyectos!!!… Nosotras no nos metemos con el trabajo de nadie, pero resulta que todxs parecen tener derecho a decidir sobre el nuestro, menos nosotras!!!… Cuando te quieren meter la mano en el bolsillo (o la cartera), no es fácil responder con buenos modales!!!…

      Espero haber sido clara en mis argumentaciones (con las que podrás coincidir, o no), y desde ya, vuelvo a agradecerte la gentileza de leerme y escribirme!!!…

      Que tengas hermosos días y muy dulces noches!!!…

      Besitos…

      MELISA

  16. Zaín dijo:

    Hola de nuevo Melisa:

    Disculpo mi tardanza en leer tu respuesta.
    Realmente, te agradezco muchísimo el interés, el cuidado y la meticulosa e interesante argumentación de tu respuesta. Hace falta este espacio de debate que ofreces, sin interlocuciones interesadas, como bien dices. Y desde luego, sois las únicas dueñas de vosotras mismas. Desee lo que desee el resto, en mi opinión, cada una de vosotras debería tener el derecho a decidir.
    Me ofreces profundidad y argumentos sólidos. Coincidía contigo en muchas de las ideas que expresas, pero me has aclarado unas cuantas cosas…
    Yo soy un bicho bastante raro, que evolucionó en este tema al contrario de lo que suele ser más común. A mis 16-17-18, comenzando a conocer la teoría queer, me sentía muy acorde con su discurso en el tema de la prostitución. Y sin embargo, debido quizá a experiencias sesgadas, o información incompleta, o a la compasión, debido a los escenarios de la prostitución que contemplé, chulos y palizas, vejaciones y abusos de los clientes (viví enfrente de una calle muy activa), muchas mujeres adictas, con muchos problemas de salud… y muy sufrientes… Y también horrorizada por las muchas víctimas de la trata que tenemos en España… o influida por confidencias que quizá no eran del todo sinceras, o en parte debido a ese paternalismo que nos impregna aún sin quererlo, o al machismo cultural del que no haya logrado desprenderme… en unos años, me decanté por el abolicionismo… Reforzó mi postura, que quienes he visto hablar por vosotras casi siempre eran profesionales de otros ámbitos, que viven de vosotras, de prestaros sus servicios…
    En fin, no todas quienes nos hemos posicionado de un lado u otro respondemos a los arquetipos rancios que a veces se nos suponen. Yo he tratado de ser sincera con lo que pensaba o sentía y estoy segura de que muchas otras mujeres, y otras feministas también lo son. Otra cosa es la manipulación de los poderes y la política, lo que en el feminismo hay y se evidencia…
    Así que este intercambio contigo, me va a hacer darle vueltas de nuevo al tema en mi cabeza… Tendré tus palabras muy presentes y revisaré mi postura a fondo. A veces una se cree lista, y o se aborrega, o la aborregan 🙂
    Y cercanas andamos Melisa, porque a mi lo vergonzante me parece hacer montañas de dinero para multimillonarios por salarios de miseria y no ser capaces de rebelarnos. Quizá poner el dedo en vuestra llaga, busque hacer creer que quienes trabajan de sol a sol en condiciones de esclavitud llevan una vida muy digna… por que no implican en ello a sus genitales…

    Un abrazo fuerte, Melisa. Y que te vaya muy muy bien. Aquí una lectora muy agradecida.

    Zaín

    • Muchas gracias, Zaín, por tus certeros comentarios y por la delicadeza de tus palabras!!!… Como bien razonas, si midiéramos con la misma vara a la prostitución y a la inmensa mayoría de los trabajos que nos ofrece el sistema a quienes no somos parte de su clase dirigente, pues, disculpa mi grosería, me cago en la diferencia!!!… Se trata de que cada trabajador (y trabajadora) se gane la vida como más le plazca, dentro de los estrechos límites que nos impone un sistema capitalista que nos somete y nos explota!!!… No seremos las prostitutas el chivo expiatorio de las injusticias del sistema!!!… Por supuesto, nos prefieren sumisas, trabajando de empleadas domésticas, o en otros trabajos tan mal pagos como degradantes para mi gusto, aunque a muchas mujeres les parezcan mejor que el que elegimos nosotras para ganarnos la vida. Que no nos quieran imponer su moral teñida de sangre!!!… Explotación ha existido siempre, y combatirla es un deber de toda persona bien pensante!!!… A nadie se le ocurriría terminar con la agricultura y la ganadería porque hay (y ha habido) mano de obra esclava (o explotada), o víctimas de trata para la explotación laboral!!!… A nadie se le ocurriría terminar con la industria textil (uno de los rubros de mayor explotación laboral a lo largo de toda la historia), ni con la mayoría de las industrias… por qué, entonces, se la toman con tanta firmeza contra el trabajo sexual???… No seamos hipócritas, lo que más les jode es la libertad de las mujeres de decidir libremente qué hacer con sus cuerpos!!!… Es una pena que muchas feministas de buena fe se sumen al discurso machista que lleva implícito colocar la honra y la virtud de la mujeres en el uso que hacemos de nuestros genitales!!!… En lugar de combatir los abusos y propugnar por leyes que defiendan nuestros derechos, nos quieren mandar a trabajar por mucho menos dinero en empleos que no nos interesan para nada!!!… Y todo por qué???… porque la dignidad de la mujer está en su cuerpo, en lo que hace o deja de hacer con él???… En fin, ya se me hizo muy larga la respuesta y no quiero cansarte con mis broncas acumuladas!!!… Que tengas un muy feliz 2014!!!… Besitos…

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